PRAGMÁTICA
Filosofía de Oxford - teoría de los actos de habla.
La gramática postulada por Chomsky implica reglas implícitas, desconocidas por el individuo.
La pragmática también postula reglas pero estas deben ser explícitas y conocidas por el sujeto.
La novedad consiste en que su análisis se aboca al lenguaje ordinario, tal como es hablado, para renovar el fundamento mismo de la filosofía y liberarla de abstracciones y marcos convencionales.
* Austin
Su obra más conocida, publicada póstumamente (1962) es How to Do Things with Words. Constituye la culminación de su teoría de los actos de habla, en la que estaba trabajando desde hacía varias décadas.
El punto de partida de Austin es la crítica a los filósofos que erróneamente supusieron que la única relevancia de un enunciado es describir algún estado de cosas o enunciar algún hecho. En razón de ello, sólo podían ser verdaderos o falsos. Esta suposición conlleva cometer lo que Austin denomina "falacia descriptiva", esto es, obstinarse en que sólo mantienen interés teórico los enunciados descriptivos.
Sin embargo Austin afirma que una emisión lingüística es cualquier cosa que se diga. Frente a esta posición plantea la existencia de dos tipos de enunciados: constatativos y performativos. Los primeros los utilizamos para describir determinadas cosas; con los segundos no se constata o describe nada sino que se realiza un acto. Ejs:
Llueve – enunciado. Mera descripción de los hechos
Prometo que iré – E.R. Efectivamente al pronunciar esas palabras estoy realizando una promesa.
Lo que nos lleva a pensar que hay ciertas condiciones que tienen que cumplirse para que una E.R sea, efectivamente, realizativa. De no ser así la acción no se produce en realidad, por lo que la emisión fracasa, falla o no es satisfecha. Esas falencias son infortunios y se denominan emisiones realizativas desafortunadas a las que los sufren, como por ejemplo:
-circunstancias inadecuadas
-que no exista convención social, o no sea aceptada.
-desacuerdos
-malentendidos
-Falta de autoridad de quien la emite
-insinceridad, etc.
Austin plantea determinadas formas estándares que clasifican a las emisiones realizativas en implícitas y explícitas. Las E.R. EXPLÍCITAS son las que podrían ser reducidas o desarrolladas a esas formas –enunciados que comienzan con <<yo>> tal y cual o <<Usted (o él) por la presente>>- y la presencia de un verbo realizativo explícito. Estos son verbos corrientes (1ª persona, singular, presente, MI, voz activa; o en 2ª o 3ª, voz pasiva) que aparecen acompañando dichas formas de manera que permitan clasificar las acciones de cada emisión realizativa. Ej: Les comunico que abandono mi cargo.
Las E.R. IMPLÍCITAS (o primarias) no expresan claramente las circunstancias o el tipo de acto que se realiza, ni está explícito el verbo realizativo. Ej: abandono mi cargo. También lo son los Imperativos y las señales lingüísticas (Toro bravo).
No obstante, Austin comienza a notar que su distinción se debilita y su teoría se derrumba puesto que un enunciado constatativo responde a las mismas características que una emisión realizativa y que, en todos los casos, se ejecuta una acción: la de enunciar. Enunciar es un acto justamente igual que dar una órden, un aviso, y se relaciona con los hechos de la misma manera.
* Benveniste (críticas a Austin en "la filosofía analítica y el lenguaje")
Benveniste retoma esta distinción propuesta por Austin y realiza una delimitación del campo a examinar especificando ejemplos que considera adecuados y que se presten directamente a análisis:
-Los enunciados performativos son enunciados en los que un verbo declarativo yusivo en 1ª persona singular del presente es construido con un dictum (sentencia). El díctum es indispensable para que el E.P. sea expreso. Ej: ordeno que la población sea movilizada.
-Otro tipo de enunciados perfrmativos son los que el verbo viene acompañado por un complemento directo y un término predicativo. Ej: Lo proclamo electo.
-Otros E.P. lo son de manera inaparente: sólo se ponen implícitamente en boca de la autoridad habilitada para proferirlos. (“Decreto que…” sólo se reducen al dictum pero siempre llevan la firma de quien lo enuncia, “El señor X es nombrado ministro de…”)
-Enunciados de compromiso, relativos a la persona del locutor: “Juro que…, prometo…, me comprometo a…, renuncio…, se acuerda que…”
-Los performativos al ser “actos” son únicos e irrepetibles. Tiene valor de realización en cada caso. Es acontecimiento porque crea el acontecimiento. No puede ser repetido, es individual e histórico.
-Propiedad sui-referencial: de referirse a la realidad que éste mismo constituye. 1) se refiere a sí mismo. 2) No depende de otra cosa.
-El performativo denomina el acto ejecutado y su ejecutor. Es por sí mismo un acto; el enunciado es el acto y quien lo pronuncia cumple con tal acto.
-NO SON ENUNCIADOS PERFORMATIVOS ni los imperativos –aspiran a actuar sobre el auditor, intimarle un comportamiento- ni las señales –son señales lingüísticas, no una comunicación y mucho menos un enunciado-.
Conclusión: no hay razón para abandonar la distinción propuesta por Austin entre enunciados constatativos y enunciados performativos. Intenta darle forma a la diferenciación redefiniendo los criterios, la cual será válida siempre y cuando se ajuste a ciertas consideraciones que estos enunciados deben cumplir.
* Searle
Muchos investigadores han continuado trabajando con la teoría de actos de habla. El más destacado ha sido un discípulo de Austin, John Searle. En actos de habla desarrolla el análisis de Austin sobre las emisiones realizativas. Searle se centró en lo que Austin había llamado acto ilocucionario definido como “la unidad mínima de la comunicación lingüística (…) la comunicación lingüística incluye esencialmente actos”, es decir que nos comunicamos a través de actos ilocucionarios que constituyen la base del significado de la comunicación lingüística.
La realización de estos actos obedece a un tipo de conducta gobernada por reglas, es decir, conocer los significados tiene que ver con conocer las reglas para su uso.
Otros filósofos han negado el punto de vista de que el significado es un asunto de reglas y han aseverado que no existen en absoluto reglas semánticas del género propuesto.
Existen dos clases de reglas semánticas:
-Reglas regulativas: las que regulan las formas de conducta existentes
-Reglas constitutivas: las que, además de regular, definen nuevas formas de conducta.
(hipótesis: existen reglas constitutivas subyacentes a los actos de habla)
En diferentes actos de habla (Juan saldrá de la habitación) encuentra el mismo contenido proposicional (contenido común) aunque difieren en su fuerza ilocutiva (aserción, interrogación, expresión de deseo, petición, mandato)
Para Searle "una proposición no es un acto aunque el acto de expresar una proposición sea una parte de la realización de ciertos actos ilocucionarios". El significado no está en la proposición, sino en el acto que la expresa, por cuanto este autor focaliza la base del significado en el acto ilocucionario.
Una distinción importante en Searle es la que opera entre un acto ilocucionario y el contenido proposicional. Para este autor desde un enfoque semántico una oración posee un indicador proposicional y un indicador de fuerza ilocucionaria. El primero corresponde al indicador de proposición, es decir, la proposición misma; y el segundo, contiene el indicador de función, es decir, al acto de habla en cuestión.
El significado no es para Searle un asunto de intención sino que "es un asunto de convención" es decir, para que la expresión de una emisión produzca un acto, este acto debe estar sujeto a reglas convencionalizadas y no pretender que con la sola intención del hablante se manifieste el significado de cualquier acto que no esté sujeto a reglas. Sin embargo, es necesario establecer un puente entre el significado intencional que manifiesta un sujeto al pretender comunicarse y el uso que este sujeto realiza, a través del manejo de las reglas de uso de una lengua y que se manifiesta en las expresiones convencionalizadas por el uso.
Searle asume que las fuerzas ilocutivas de una oración pueden describirse siguiendo criterios o condiciones específicas. Estas reglas establecen las circunstancias y el propósito de diferentes actos ilocutivos. Searle utiliza cuatro tipos: contenido proposicional, condiciones preparatorias, de condición de sinceridad e intencionalidad.
Por lo general una ilocución tendrá cierto contenido proposicional. Por ejemplo, una petición tendrá cierta acción futura en su contenido, mientras que una aserción puede tener cualquier proposición como contenido. Algunas ilocuciones, como los saludos, no disponen de contenido proposicional.
Son necesarias ciertas condiciones previas para el éxito de cada tipo de ilocución. Por ejemplo, para realizar correctamente una petición es necesario que el oyente pueda realizar la acción solicitada y que el hablante crea que el oyente puede realizar dicha acción. Para que un saludo sea exitoso el oyente y el hablante bien acaban de encontrarse o acaban de haber sido presentados. Searle llama a esto condiciones preparatorias.
Un saludo puede no ser sincero, pero para agradecer realmente algo a alguien, es necesario que el hablante sea sincero, y para realizar una pregunta sincera el hablante ha de querer conocer la respuesta. Searle llama a esto la condición de sinceridad.
Según Searle, cada ilocución puede describirse en términos de lo que está intentando hacer. De esta forma una pregunta es un intento de elucidar cierta información. Agradecer pretende ser una expresión de gratitud. Este intento del hablante, o intencionalidad de una sentencia se convirtió en un aspecto principal de la obra posterior de Searle.
* Camps
Esta autora va a analizar la mentira como juego del lenguaje, tomando a Austin como punto de partida ya que es la única teoría lingüística que da indicios de ella. En las concepciones de la lengua, aun en las que palidece en concepto de verdad, la sinceridad es el presupuesto primero de la comunicación. Encuentra en la teoría de Austin a la mentira clasificada como un “infortunio” constituido por la insinceridad del acto. Camps toma de él la perspectiva de los actos de habla para aproximarnos a la mentira.
Para Austin, el acto de habla tiene tres niveles, o se realiza a través de tres actos conjuntos: el acto locutivo, que consiste meramente en enunciar la frase en cuestión; el acto o fuerza ilocutiva, que consiste en llevar a cabo algo a través de las palabras (prometer, amenazar, jurar, declarar); y el acto o efecto perlocutivo, que consiste en provocar un cambio en el estado de cosas o una reacción en el interlocutor.
Para Austin la realización del acto de habla depende fundamentalmente de que se “ajuste a un procedimiento convencional aceptado, emisión de ciertas palabras en ciertas circunstancias por parte de ciertas personas”. Esto es característico de la ilocución. La perlocución no es convencional. Desde el punto de vista ilocutivo, la mentira consistiría en la mera trangresión de una regla. Sin embargo la mentira no puede considerarse como un acto de habla porque se sigue presuponiendo la verdad como un requisito conversacional. La mentira es un acto perlocutivo. Estos actos se caracterizan por no explicitarse y por ser intencionado o no. Es indistinto.
Justamente es esa la naturaleza de la mentira: la no explicitación, la doblez, la conexión encubierta entre lo que digo y lo que pretendo conseguir sin que el otro lo perciba.
Se puede engañar de muchas maneras, no necesariamente “mentir” siempre consiste en la intención de engañar. Eso sí: el mentir por mentir no se da nunca. Además, es un acto unilateral. Así no es más que un abuso del lenguaje. Y aún siendo la verdad el presupuesto básico, encontramos la mentira en todas partes (formas de mentir mas usuales: fijensé en el texto que las enumera casi todas xD).
Estas son mentiras medio aceptadas, “co-mentiras” y distinguimos así dos tipos:
-Mentira funcional: se encuentran introducidas en la cultura y la moral. Competencia PRAGMÁTICA. simétrica.
-Mentira real: Competencia asimétrica,es la dominación lo que hace fácil y posible la mentira. INTENCION DE ENGAÑAR.
En conclusión, aun cuando aceptamos a la verdad como presupuesto comunicativo básico, la mentira está en todas partes y es un juego más del lenguaje que debe ser aprendido como cualquier otro. Los que tienen mayor competencia lingüística son a quienes la mentira se les vuelve fácil.
* Eco
En relación a la pragmática, Umberto Eco nos muestra cómo los participantes en una interacción usan ciertos principios tácitos que facilitan la inferencia e interpretación de lo que se dice.
El texto “lo cómico y la regla” nos muestra la utilización de las reglas que, implícita so explícitas, rigen en lo cómico y lo trágico. Al comienzo se pregunta por qué lo trágico es universal y lo cómico está ligado a la cultura y la sociedad. En realidad, hay cómicos que son universales, pero no se compara con la trascendencia de lo trágico. Las tragedias nos muestran a personajes por los que sentimos piedad y nos causa terror por su destino la trangresión de alguna regla moral o religiosa y que podría alcanzarnos también a nosotros. En cambio en lo cómico no nos identificamos con el personaje, siempre inferior, animalesco, el cual trangrede una regla y no nos conmueve.
Luego se autocorrige afirmando que lo trágico no siempre es universal (chino caníbal). En realidad lo trágico no es universal, sino el carácter de la regla violada. El problema no está solamente en la transgresión de la regla sino también en nuestro conocimiento de la regla violada.
Es típico de lo trágico demorarse en la naturaleza de la regla. Al remarcarla constantemente se comprende la violación y sus fatales consecuencias. Además explica constantemente por qué el acto trágico debe infundir temor y piedad. Hasta nos permite identificarnos con reglas que ni siquiera son nuestras.
Por el contrario, las obras cómicas dan por descontada la regla y no se preocupan por reiterarla. Las reglas que se violan en lo cómico son disposiciones comunes y que el cuerpo social supone como dadas. (El tortazo en la cara da gracia porque las tortas se comen, no se arrojan).
Eco retoma las reglas de Grice para mostrar como cotidianamente violamos esas reglas y constituimos situaciones cómicas: máxima de cantidad (Sabe usted la hora? SÍ), de calidad (No decir lo que se cree que es falso ni decir algo de lo que no se tenga pruebas), de relación (sabes manejar la lancha? Si, hice la mili en los Alpes) y de manera. El efecto cómico consiste en la NO EXPLICITACIÓN DE LA REGLA.
Fuente: EPEC.
Autor del resumen: Ana Paula Verbauvede.
Filosofía de Oxford - teoría de los actos de habla.
La gramática postulada por Chomsky implica reglas implícitas, desconocidas por el individuo.
La pragmática también postula reglas pero estas deben ser explícitas y conocidas por el sujeto.
La novedad consiste en que su análisis se aboca al lenguaje ordinario, tal como es hablado, para renovar el fundamento mismo de la filosofía y liberarla de abstracciones y marcos convencionales.
* Austin
Su obra más conocida, publicada póstumamente (1962) es How to Do Things with Words. Constituye la culminación de su teoría de los actos de habla, en la que estaba trabajando desde hacía varias décadas.
El punto de partida de Austin es la crítica a los filósofos que erróneamente supusieron que la única relevancia de un enunciado es describir algún estado de cosas o enunciar algún hecho. En razón de ello, sólo podían ser verdaderos o falsos. Esta suposición conlleva cometer lo que Austin denomina "falacia descriptiva", esto es, obstinarse en que sólo mantienen interés teórico los enunciados descriptivos.
Sin embargo Austin afirma que una emisión lingüística es cualquier cosa que se diga. Frente a esta posición plantea la existencia de dos tipos de enunciados: constatativos y performativos. Los primeros los utilizamos para describir determinadas cosas; con los segundos no se constata o describe nada sino que se realiza un acto. Ejs:
Llueve – enunciado. Mera descripción de los hechos
Prometo que iré – E.R. Efectivamente al pronunciar esas palabras estoy realizando una promesa.
Lo que nos lleva a pensar que hay ciertas condiciones que tienen que cumplirse para que una E.R sea, efectivamente, realizativa. De no ser así la acción no se produce en realidad, por lo que la emisión fracasa, falla o no es satisfecha. Esas falencias son infortunios y se denominan emisiones realizativas desafortunadas a las que los sufren, como por ejemplo:
-circunstancias inadecuadas
-que no exista convención social, o no sea aceptada.
-desacuerdos
-malentendidos
-Falta de autoridad de quien la emite
-insinceridad, etc.
Austin plantea determinadas formas estándares que clasifican a las emisiones realizativas en implícitas y explícitas. Las E.R. EXPLÍCITAS son las que podrían ser reducidas o desarrolladas a esas formas –enunciados que comienzan con <<yo>> tal y cual o <<Usted (o él) por la presente>>- y la presencia de un verbo realizativo explícito. Estos son verbos corrientes (1ª persona, singular, presente, MI, voz activa; o en 2ª o 3ª, voz pasiva) que aparecen acompañando dichas formas de manera que permitan clasificar las acciones de cada emisión realizativa. Ej: Les comunico que abandono mi cargo.
Las E.R. IMPLÍCITAS (o primarias) no expresan claramente las circunstancias o el tipo de acto que se realiza, ni está explícito el verbo realizativo. Ej: abandono mi cargo. También lo son los Imperativos y las señales lingüísticas (Toro bravo).
No obstante, Austin comienza a notar que su distinción se debilita y su teoría se derrumba puesto que un enunciado constatativo responde a las mismas características que una emisión realizativa y que, en todos los casos, se ejecuta una acción: la de enunciar. Enunciar es un acto justamente igual que dar una órden, un aviso, y se relaciona con los hechos de la misma manera.
* Benveniste (críticas a Austin en "la filosofía analítica y el lenguaje")
Benveniste retoma esta distinción propuesta por Austin y realiza una delimitación del campo a examinar especificando ejemplos que considera adecuados y que se presten directamente a análisis:
-Los enunciados performativos son enunciados en los que un verbo declarativo yusivo en 1ª persona singular del presente es construido con un dictum (sentencia). El díctum es indispensable para que el E.P. sea expreso. Ej: ordeno que la población sea movilizada.
-Otro tipo de enunciados perfrmativos son los que el verbo viene acompañado por un complemento directo y un término predicativo. Ej: Lo proclamo electo.
-Otros E.P. lo son de manera inaparente: sólo se ponen implícitamente en boca de la autoridad habilitada para proferirlos. (“Decreto que…” sólo se reducen al dictum pero siempre llevan la firma de quien lo enuncia, “El señor X es nombrado ministro de…”)
-Enunciados de compromiso, relativos a la persona del locutor: “Juro que…, prometo…, me comprometo a…, renuncio…, se acuerda que…”
-Los performativos al ser “actos” son únicos e irrepetibles. Tiene valor de realización en cada caso. Es acontecimiento porque crea el acontecimiento. No puede ser repetido, es individual e histórico.
-Propiedad sui-referencial: de referirse a la realidad que éste mismo constituye. 1) se refiere a sí mismo. 2) No depende de otra cosa.
-El performativo denomina el acto ejecutado y su ejecutor. Es por sí mismo un acto; el enunciado es el acto y quien lo pronuncia cumple con tal acto.
-NO SON ENUNCIADOS PERFORMATIVOS ni los imperativos –aspiran a actuar sobre el auditor, intimarle un comportamiento- ni las señales –son señales lingüísticas, no una comunicación y mucho menos un enunciado-.
Conclusión: no hay razón para abandonar la distinción propuesta por Austin entre enunciados constatativos y enunciados performativos. Intenta darle forma a la diferenciación redefiniendo los criterios, la cual será válida siempre y cuando se ajuste a ciertas consideraciones que estos enunciados deben cumplir.
* Searle
Muchos investigadores han continuado trabajando con la teoría de actos de habla. El más destacado ha sido un discípulo de Austin, John Searle. En actos de habla desarrolla el análisis de Austin sobre las emisiones realizativas. Searle se centró en lo que Austin había llamado acto ilocucionario definido como “la unidad mínima de la comunicación lingüística (…) la comunicación lingüística incluye esencialmente actos”, es decir que nos comunicamos a través de actos ilocucionarios que constituyen la base del significado de la comunicación lingüística.
La realización de estos actos obedece a un tipo de conducta gobernada por reglas, es decir, conocer los significados tiene que ver con conocer las reglas para su uso.
Otros filósofos han negado el punto de vista de que el significado es un asunto de reglas y han aseverado que no existen en absoluto reglas semánticas del género propuesto.
Existen dos clases de reglas semánticas:
-Reglas regulativas: las que regulan las formas de conducta existentes
-Reglas constitutivas: las que, además de regular, definen nuevas formas de conducta.
(hipótesis: existen reglas constitutivas subyacentes a los actos de habla)
En diferentes actos de habla (Juan saldrá de la habitación) encuentra el mismo contenido proposicional (contenido común) aunque difieren en su fuerza ilocutiva (aserción, interrogación, expresión de deseo, petición, mandato)
Para Searle "una proposición no es un acto aunque el acto de expresar una proposición sea una parte de la realización de ciertos actos ilocucionarios". El significado no está en la proposición, sino en el acto que la expresa, por cuanto este autor focaliza la base del significado en el acto ilocucionario.
Una distinción importante en Searle es la que opera entre un acto ilocucionario y el contenido proposicional. Para este autor desde un enfoque semántico una oración posee un indicador proposicional y un indicador de fuerza ilocucionaria. El primero corresponde al indicador de proposición, es decir, la proposición misma; y el segundo, contiene el indicador de función, es decir, al acto de habla en cuestión.
El significado no es para Searle un asunto de intención sino que "es un asunto de convención" es decir, para que la expresión de una emisión produzca un acto, este acto debe estar sujeto a reglas convencionalizadas y no pretender que con la sola intención del hablante se manifieste el significado de cualquier acto que no esté sujeto a reglas. Sin embargo, es necesario establecer un puente entre el significado intencional que manifiesta un sujeto al pretender comunicarse y el uso que este sujeto realiza, a través del manejo de las reglas de uso de una lengua y que se manifiesta en las expresiones convencionalizadas por el uso.
Searle asume que las fuerzas ilocutivas de una oración pueden describirse siguiendo criterios o condiciones específicas. Estas reglas establecen las circunstancias y el propósito de diferentes actos ilocutivos. Searle utiliza cuatro tipos: contenido proposicional, condiciones preparatorias, de condición de sinceridad e intencionalidad.
Por lo general una ilocución tendrá cierto contenido proposicional. Por ejemplo, una petición tendrá cierta acción futura en su contenido, mientras que una aserción puede tener cualquier proposición como contenido. Algunas ilocuciones, como los saludos, no disponen de contenido proposicional.
Son necesarias ciertas condiciones previas para el éxito de cada tipo de ilocución. Por ejemplo, para realizar correctamente una petición es necesario que el oyente pueda realizar la acción solicitada y que el hablante crea que el oyente puede realizar dicha acción. Para que un saludo sea exitoso el oyente y el hablante bien acaban de encontrarse o acaban de haber sido presentados. Searle llama a esto condiciones preparatorias.
Un saludo puede no ser sincero, pero para agradecer realmente algo a alguien, es necesario que el hablante sea sincero, y para realizar una pregunta sincera el hablante ha de querer conocer la respuesta. Searle llama a esto la condición de sinceridad.
Según Searle, cada ilocución puede describirse en términos de lo que está intentando hacer. De esta forma una pregunta es un intento de elucidar cierta información. Agradecer pretende ser una expresión de gratitud. Este intento del hablante, o intencionalidad de una sentencia se convirtió en un aspecto principal de la obra posterior de Searle.
* Camps
Esta autora va a analizar la mentira como juego del lenguaje, tomando a Austin como punto de partida ya que es la única teoría lingüística que da indicios de ella. En las concepciones de la lengua, aun en las que palidece en concepto de verdad, la sinceridad es el presupuesto primero de la comunicación. Encuentra en la teoría de Austin a la mentira clasificada como un “infortunio” constituido por la insinceridad del acto. Camps toma de él la perspectiva de los actos de habla para aproximarnos a la mentira.
Para Austin, el acto de habla tiene tres niveles, o se realiza a través de tres actos conjuntos: el acto locutivo, que consiste meramente en enunciar la frase en cuestión; el acto o fuerza ilocutiva, que consiste en llevar a cabo algo a través de las palabras (prometer, amenazar, jurar, declarar); y el acto o efecto perlocutivo, que consiste en provocar un cambio en el estado de cosas o una reacción en el interlocutor.
Para Austin la realización del acto de habla depende fundamentalmente de que se “ajuste a un procedimiento convencional aceptado, emisión de ciertas palabras en ciertas circunstancias por parte de ciertas personas”. Esto es característico de la ilocución. La perlocución no es convencional. Desde el punto de vista ilocutivo, la mentira consistiría en la mera trangresión de una regla. Sin embargo la mentira no puede considerarse como un acto de habla porque se sigue presuponiendo la verdad como un requisito conversacional. La mentira es un acto perlocutivo. Estos actos se caracterizan por no explicitarse y por ser intencionado o no. Es indistinto.
Justamente es esa la naturaleza de la mentira: la no explicitación, la doblez, la conexión encubierta entre lo que digo y lo que pretendo conseguir sin que el otro lo perciba.
Se puede engañar de muchas maneras, no necesariamente “mentir” siempre consiste en la intención de engañar. Eso sí: el mentir por mentir no se da nunca. Además, es un acto unilateral. Así no es más que un abuso del lenguaje. Y aún siendo la verdad el presupuesto básico, encontramos la mentira en todas partes (formas de mentir mas usuales: fijensé en el texto que las enumera casi todas xD).
Estas son mentiras medio aceptadas, “co-mentiras” y distinguimos así dos tipos:
-Mentira funcional: se encuentran introducidas en la cultura y la moral. Competencia PRAGMÁTICA. simétrica.
-Mentira real: Competencia asimétrica,es la dominación lo que hace fácil y posible la mentira. INTENCION DE ENGAÑAR.
En conclusión, aun cuando aceptamos a la verdad como presupuesto comunicativo básico, la mentira está en todas partes y es un juego más del lenguaje que debe ser aprendido como cualquier otro. Los que tienen mayor competencia lingüística son a quienes la mentira se les vuelve fácil.
* Eco
En relación a la pragmática, Umberto Eco nos muestra cómo los participantes en una interacción usan ciertos principios tácitos que facilitan la inferencia e interpretación de lo que se dice.
El texto “lo cómico y la regla” nos muestra la utilización de las reglas que, implícita so explícitas, rigen en lo cómico y lo trágico. Al comienzo se pregunta por qué lo trágico es universal y lo cómico está ligado a la cultura y la sociedad. En realidad, hay cómicos que son universales, pero no se compara con la trascendencia de lo trágico. Las tragedias nos muestran a personajes por los que sentimos piedad y nos causa terror por su destino la trangresión de alguna regla moral o religiosa y que podría alcanzarnos también a nosotros. En cambio en lo cómico no nos identificamos con el personaje, siempre inferior, animalesco, el cual trangrede una regla y no nos conmueve.
Luego se autocorrige afirmando que lo trágico no siempre es universal (chino caníbal). En realidad lo trágico no es universal, sino el carácter de la regla violada. El problema no está solamente en la transgresión de la regla sino también en nuestro conocimiento de la regla violada.
Es típico de lo trágico demorarse en la naturaleza de la regla. Al remarcarla constantemente se comprende la violación y sus fatales consecuencias. Además explica constantemente por qué el acto trágico debe infundir temor y piedad. Hasta nos permite identificarnos con reglas que ni siquiera son nuestras.
Por el contrario, las obras cómicas dan por descontada la regla y no se preocupan por reiterarla. Las reglas que se violan en lo cómico son disposiciones comunes y que el cuerpo social supone como dadas. (El tortazo en la cara da gracia porque las tortas se comen, no se arrojan).
Eco retoma las reglas de Grice para mostrar como cotidianamente violamos esas reglas y constituimos situaciones cómicas: máxima de cantidad (Sabe usted la hora? SÍ), de calidad (No decir lo que se cree que es falso ni decir algo de lo que no se tenga pruebas), de relación (sabes manejar la lancha? Si, hice la mili en los Alpes) y de manera. El efecto cómico consiste en la NO EXPLICITACIÓN DE LA REGLA.
Fuente: EPEC.
Autor del resumen: Ana Paula Verbauvede.