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Por Madgalena, N.
A través del estudio de los sueños Freud nos presenta al aparato psíquico y su forma de trabajo. Abarca fenómenos como síntomas, actos fallidos, el chiste, etc. Estos son una manifestación de la existencia de una instancia se conoce indirectamente a través de estos efectos que aparecen en la conciencia.
Fechener expresa que el escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia. Permitirá estudiar las características de los sueños. Ubica un lugar y una localidad psíquica (anímica)
El aparato psíquico es un instrumento compuesto a cuyos elementos son las instancias o sistemas. (construcción ideal)
Son espacios virtuales que mantienen una regulación peculiar. En cada sistema rigen leyes de funcionamiento que les son propias, las que diferencian a los sistemas, y dan lugar a dos modos de trabajo que determinan procesos psíquicos distintos: proceso primario y secundario.
Las instancias que se suceden unas a otras responden a una secuencia fija, a una “orientación espacial” que circunscribe a la fijeza de esa secuencia y al itinerario de instancias.
En el orden espacial tenemos elementos constantes, pero en el orden temporal se nos ofrece un elemento variable, que lleva a cabo todo el movimiento que ocurre en el aparato. Se trata del tiempo de la excitación, que produce la excitación momentánea y la instalación de huellas permanentes.
Un sistema del aparato, el delantero, recibe los estímulos perceptivos pero nada conserva de ellos, y por lo tanto carece de memoria, y que tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a huellas permanentes La función de recibir las excitaciones momentáneas está a cargo del polo perceptivo que se ubica en un extremo del aparato. En el otro extremo esta el polo motor, encargado de descargar las excitaciones abriendo las puertas de la motilidad.
Cuando esas excitaciones momentáneas se transforman en huellas permanentes, el conjunto de esos trazos, cuya función es la memoria, conforman el sistema mnémico. Si las huellas se reactivan, emergen los recuerdos en la vida de vigilia y se producen las imágenes de los sueños en el estado del dormir.
-Contamos con un instrumento que presenta un polo perceptivo y uno motor en sus extremos, dando lugar a la formación de huellas de memoria, excitaciones que están en el aparato como huellas mnémicas.
Las excitaciones que llegan al aparato, lo recorren con una determinada dirección: desde el PP hacia el PM. El PP recibe los estímulos pero no los guarda, de esto se encarga un sistema que tiene aptitud para ello. Si los conservara, limitaría su capacidad para nuevas percepciones.
Estas operaciones del aparato ocurren en la vida despierta, en que las excitaciones lo recorren desde el PP hacia el PM, en dirección progrediente. Pero en el estado del dormir, se produce una contracorriente de excitación, el aparato es recorrido en forma inversa, en dirección regrediente.
En la vida de vigilia tambien se produce esta contracorriente de excitación (regrediente) que no es privativa del dormir. La excitación llega hasta las huellas mnémicas que se activan y aflora el recuerdo. En el fenómeno onírico es distinto y complejo
Freud dice que para la formación del sueño interviene una instancia que en principio señala como criticada, porque sus contenidos son displacenteros para la conciencia, y una instancia criticadora que tiene una relación más cercana con la conciencia.
El sistema preconsciente se ubica en el extremo motor del aparato, y detrás de él sitúa el inconsciente. El PCC gobierna sobre la motilidad voluntaria y conduce al sujeto en la vida de vigilia. Sus contenidos pueden alcanzar a la conciencia bajo condiciones específicas, como cierto nivel de intensidad psíquica o investidura: atención. Ese nivel le permitirá vencer la censura para acceder a la conciencia.
La censura que se erige entre el preconciente y el inconsciente, en el estado vigil mantiene y ejerce todo su vigor. En el estado del dormir, por una serie de alteraciones propias de ese estado se rebaja, no totalmente, pero lo suficiente como para no detener el envión para la formación del sueño.
La formación del sueño la aporta el sistema inconsciente; los contenidos de este pujan por alcanzar la conciencia. El inconsciente insiste y ... la conciencia resiste, porque logra interponer esta función de repulsa (reprobación) que ejerce la censura. Al estar disminuida su potencia, se produce el fenómeno onírico camuflando el deseo inconsciente, con los restos diurnos del preconsciente. Estos, son residuos de vivencias de la vigilia que son recientes e indiferentes, inofensivas ante la censura.
Este proceso da lugar a la formación de sueños no alucinatorios, que son pensamientos e ideas que aparecen al soñante pero que no se muestran en imágenes visuales.
En los sueños alucinatorios, la excitación adopta la dirección regrediente, se dirige hacia el extremo sensorial alcanzando el polo perceptivo. Asi, los pensamientos, se mudan en las imágenes perceptivas de las cuales alguna vez surgieron. Constituyéndose éste en uno de los mecanismos del trabajo del sueño.
El sistema ICC comprende a las representaciones de cosas, aquéllas esencialmente visuales. Y el sistema PCC se caracteriza por ligar la representación de cosa a la representación de palabra que le corresponde, siendo acústica.
En el fenómeno onírico se retorna a la imagen de origen, perdiéndo las relaciones conceptuales como las preposiciones que hacen comprensibles las oraciones, apareciendo un efecto de extrañeza propio de los sueños.La condensación y el desplazamiento cooperan en producir ese efecto, por obra de la censura onírica que está aminorada pero no cancelada, y su prueba es la desfiguración onírica.
Así, condensación, desplazamiento y figurabilidad en imágenes visuales son mecanismos del trabajo del sueño que operan transformando el contenido latente del sueño en contenido manifiesto Este que aparece en el relato del soñante, consistiendo no pocas veces en un solo retazo desde el cual se trata de reconstruir al sueño, en un intento de darle un orden para hacerlo más comprensible.
Esta es la elaboración secundaria, el cuarto mecanismo del trabajo del sueño (que puede estar o faltar). Actúa sobre el material ya elaborado por los demas mecanismos (en un segundo tiempo) para introducir un guión coherente y deformar aún más al sueño.
En la regresión, la animación alucinatoria se produce porque el PP está vivamente investido, recibió abundantemente las intensidades adheridas en las representaciones. El efecto de las alteraciones del dormir, en el cual hay un recogimiento general de las investiduras o intensidades psíquicas, como consecuencia del deseo de dormir.
Así las intensidades se van transfiriendo y en el camino de reflujo alcanzan la huella anémica y se desbordan sobre el PP, que queda excesivamente investido.
En el recordar deliberado, la excitación toma la dirección regrediente pero sin ir más allá de las imágenes mnémicas porque no alcanza al PP. Esto hace que en el recordar o en el fantaseo diurno, se sabe que se está pensando a diferencia de los sueños alucinatorios en los que el soñante cree vivenciar. Se presta creencia a lo que dicta la percepción y la realidad objetiva queda cancelada.
La regresión del estado de vigilia y la que se produce en los sueños alucinatorios, responden a un mismo mecanismo. La regresión es efecto de la censura de la conciencia que no permite a una representación displacentera (el devenir consciente) y sobre esta se ejerce una gran atracción que parte desde el inconsciente. Rechazo y atracción, se dan al mismo tiempo para que en un mismo movimiento tenga lugar la regresión.
La figurabilidad en imágenes visuales (miramiento) se funda en la regresión, operando en el mismo sentido de reflujo.
La regresión es el hecho de que en el sueño la representación vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna vez partió. El establecimiento del aparato anímico le ha permite obtener dos ventajas:
-Enlazar el fenómeno estudiado al esquema del aparato dotado de una dirección.
-Describir la forma por la cual, por la regresión se pierden los nexos lógicos entre los pensamientos oníricos (dado que esas relaciones lógicas no se hallan en los primeros sistemas anémicos) y la única forma de expresión que hallan son las imágenes perceptivas.
Por el estudio de los sueños Freud accede a la construcción del aparato psíquico diferenciando sistemas por su modo de funcionamiento. Pero, no puede fundamentarse, una inferencia acerca de la construcción y del modo de trabajo del instrumento anímico por medio de la indagación del sueño.
Por Madgalena, N.
A través del estudio de los sueños Freud nos presenta al aparato psíquico y su forma de trabajo. Abarca fenómenos como síntomas, actos fallidos, el chiste, etc. Estos son una manifestación de la existencia de una instancia se conoce indirectamente a través de estos efectos que aparecen en la conciencia.
Fechener expresa que el escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia. Permitirá estudiar las características de los sueños. Ubica un lugar y una localidad psíquica (anímica)
El aparato psíquico es un instrumento compuesto a cuyos elementos son las instancias o sistemas. (construcción ideal)
Son espacios virtuales que mantienen una regulación peculiar. En cada sistema rigen leyes de funcionamiento que les son propias, las que diferencian a los sistemas, y dan lugar a dos modos de trabajo que determinan procesos psíquicos distintos: proceso primario y secundario.
Las instancias que se suceden unas a otras responden a una secuencia fija, a una “orientación espacial” que circunscribe a la fijeza de esa secuencia y al itinerario de instancias.
En el orden espacial tenemos elementos constantes, pero en el orden temporal se nos ofrece un elemento variable, que lleva a cabo todo el movimiento que ocurre en el aparato. Se trata del tiempo de la excitación, que produce la excitación momentánea y la instalación de huellas permanentes.
Un sistema del aparato, el delantero, recibe los estímulos perceptivos pero nada conserva de ellos, y por lo tanto carece de memoria, y que tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a huellas permanentes La función de recibir las excitaciones momentáneas está a cargo del polo perceptivo que se ubica en un extremo del aparato. En el otro extremo esta el polo motor, encargado de descargar las excitaciones abriendo las puertas de la motilidad.
Cuando esas excitaciones momentáneas se transforman en huellas permanentes, el conjunto de esos trazos, cuya función es la memoria, conforman el sistema mnémico. Si las huellas se reactivan, emergen los recuerdos en la vida de vigilia y se producen las imágenes de los sueños en el estado del dormir.
-Contamos con un instrumento que presenta un polo perceptivo y uno motor en sus extremos, dando lugar a la formación de huellas de memoria, excitaciones que están en el aparato como huellas mnémicas.
Las excitaciones que llegan al aparato, lo recorren con una determinada dirección: desde el PP hacia el PM. El PP recibe los estímulos pero no los guarda, de esto se encarga un sistema que tiene aptitud para ello. Si los conservara, limitaría su capacidad para nuevas percepciones.
Estas operaciones del aparato ocurren en la vida despierta, en que las excitaciones lo recorren desde el PP hacia el PM, en dirección progrediente. Pero en el estado del dormir, se produce una contracorriente de excitación, el aparato es recorrido en forma inversa, en dirección regrediente.
En la vida de vigilia tambien se produce esta contracorriente de excitación (regrediente) que no es privativa del dormir. La excitación llega hasta las huellas mnémicas que se activan y aflora el recuerdo. En el fenómeno onírico es distinto y complejo
Freud dice que para la formación del sueño interviene una instancia que en principio señala como criticada, porque sus contenidos son displacenteros para la conciencia, y una instancia criticadora que tiene una relación más cercana con la conciencia.
El sistema preconsciente se ubica en el extremo motor del aparato, y detrás de él sitúa el inconsciente. El PCC gobierna sobre la motilidad voluntaria y conduce al sujeto en la vida de vigilia. Sus contenidos pueden alcanzar a la conciencia bajo condiciones específicas, como cierto nivel de intensidad psíquica o investidura: atención. Ese nivel le permitirá vencer la censura para acceder a la conciencia.
La censura que se erige entre el preconciente y el inconsciente, en el estado vigil mantiene y ejerce todo su vigor. En el estado del dormir, por una serie de alteraciones propias de ese estado se rebaja, no totalmente, pero lo suficiente como para no detener el envión para la formación del sueño.
La formación del sueño la aporta el sistema inconsciente; los contenidos de este pujan por alcanzar la conciencia. El inconsciente insiste y ... la conciencia resiste, porque logra interponer esta función de repulsa (reprobación) que ejerce la censura. Al estar disminuida su potencia, se produce el fenómeno onírico camuflando el deseo inconsciente, con los restos diurnos del preconsciente. Estos, son residuos de vivencias de la vigilia que son recientes e indiferentes, inofensivas ante la censura.
Este proceso da lugar a la formación de sueños no alucinatorios, que son pensamientos e ideas que aparecen al soñante pero que no se muestran en imágenes visuales.
En los sueños alucinatorios, la excitación adopta la dirección regrediente, se dirige hacia el extremo sensorial alcanzando el polo perceptivo. Asi, los pensamientos, se mudan en las imágenes perceptivas de las cuales alguna vez surgieron. Constituyéndose éste en uno de los mecanismos del trabajo del sueño.
El sistema ICC comprende a las representaciones de cosas, aquéllas esencialmente visuales. Y el sistema PCC se caracteriza por ligar la representación de cosa a la representación de palabra que le corresponde, siendo acústica.
En el fenómeno onírico se retorna a la imagen de origen, perdiéndo las relaciones conceptuales como las preposiciones que hacen comprensibles las oraciones, apareciendo un efecto de extrañeza propio de los sueños.La condensación y el desplazamiento cooperan en producir ese efecto, por obra de la censura onírica que está aminorada pero no cancelada, y su prueba es la desfiguración onírica.
Así, condensación, desplazamiento y figurabilidad en imágenes visuales son mecanismos del trabajo del sueño que operan transformando el contenido latente del sueño en contenido manifiesto Este que aparece en el relato del soñante, consistiendo no pocas veces en un solo retazo desde el cual se trata de reconstruir al sueño, en un intento de darle un orden para hacerlo más comprensible.
Esta es la elaboración secundaria, el cuarto mecanismo del trabajo del sueño (que puede estar o faltar). Actúa sobre el material ya elaborado por los demas mecanismos (en un segundo tiempo) para introducir un guión coherente y deformar aún más al sueño.
En la regresión, la animación alucinatoria se produce porque el PP está vivamente investido, recibió abundantemente las intensidades adheridas en las representaciones. El efecto de las alteraciones del dormir, en el cual hay un recogimiento general de las investiduras o intensidades psíquicas, como consecuencia del deseo de dormir.
Así las intensidades se van transfiriendo y en el camino de reflujo alcanzan la huella anémica y se desbordan sobre el PP, que queda excesivamente investido.
En el recordar deliberado, la excitación toma la dirección regrediente pero sin ir más allá de las imágenes mnémicas porque no alcanza al PP. Esto hace que en el recordar o en el fantaseo diurno, se sabe que se está pensando a diferencia de los sueños alucinatorios en los que el soñante cree vivenciar. Se presta creencia a lo que dicta la percepción y la realidad objetiva queda cancelada.
La regresión del estado de vigilia y la que se produce en los sueños alucinatorios, responden a un mismo mecanismo. La regresión es efecto de la censura de la conciencia que no permite a una representación displacentera (el devenir consciente) y sobre esta se ejerce una gran atracción que parte desde el inconsciente. Rechazo y atracción, se dan al mismo tiempo para que en un mismo movimiento tenga lugar la regresión.
La figurabilidad en imágenes visuales (miramiento) se funda en la regresión, operando en el mismo sentido de reflujo.
La regresión es el hecho de que en el sueño la representación vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna vez partió. El establecimiento del aparato anímico le ha permite obtener dos ventajas:
-Enlazar el fenómeno estudiado al esquema del aparato dotado de una dirección.
-Describir la forma por la cual, por la regresión se pierden los nexos lógicos entre los pensamientos oníricos (dado que esas relaciones lógicas no se hallan en los primeros sistemas anémicos) y la única forma de expresión que hallan son las imágenes perceptivas.
Por el estudio de los sueños Freud accede a la construcción del aparato psíquico diferenciando sistemas por su modo de funcionamiento. Pero, no puede fundamentarse, una inferencia acerca de la construcción y del modo de trabajo del instrumento anímico por medio de la indagación del sueño.